Cronicas Chaqueñas

Aún cuando Julio Cobos insista en que las encuestas de opinión pública le atribuyen el liderazgo en imagen positiva entre los electores argentinos, su proyección hacia 2011 se encuentra seriamente comprometida.
Primero fue Elisa Carrió, quien condicionó hasta su permanencia en el Acuerdo Cívico y Social si Julio Cobos logra imponer su candidato a presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical.
Luego fue Hermes Binner, quien en su rol de líder indiscutido del Partido Socialista, rechazó formalmente cualquier posibilidad de acompañar a Cobos en un binomio presidencial 2011.
Ahora, curiosamente reunidos en la sede del sindicato de Luz y Fuerza de la ciudad de Rosario (en la Santa Fe de Binner), el sábado 10/10 desde las 10:00 sesionaron conspicuos líderes de la UCR en el marco del 'Encuentro Nacional de Afirmación Radical' (AR), encabezado por el presidente del Comité Nacional, Gerardo Morales; Ricardo Alfonsín, Mario Negri, Ricardo Gil Lavedra, Juan Manuel Casella.
En la apertura, se detallaron los lineamientos básicos del Encuentro orientados a “brindarnos el necesario debate, intercambio de ideas que nos permita consolidar este espacio con propuestas firmes, fundamentos concretos y un fuerte compromiso para lograr el triunfo de las ideas”.
Luego se abrió la lista de oradores para que los radicales presentes expresen sus ideas y se vivió un momento de alta emotividad cuando un dirigente pidió un homenaje a la presencia de María Teresa, una militante cordobesa, que tiene 97 años de edad. La que fue ovacionada de pie.
“Volveremos, Volveremos, volveremos a ser gobierno como en el 83”, coreaba la multitud, para terminar al grito de “¡Al-fon-sin-Al-fon-sin-Al-fon-sin!”.

A medida que avanzó el encuentro de AR, se fueron esbozando los puntos sobresalientes para la elaboración del documento que permitirá abordar de manera seria la “Revalorización de la Política”.
José Luis Bellia recordó que hace un par de años partió desde La Rioja como interventor de la UCR correntina por mandato del Comité Nacional “éramos un partido proscripto en ese entonces”, dijo.
“Pero no estábamos proscriptos por el kirchnerismo sino por hijos del mismo tronco, que se habían sumado a oficialismo en contra del radicalismo”, lamentó.
No obstante ello, Bellia rescató la fortaleza del apoyo del partido nacional que “nos permitió con trabajo, con esfuerzo, con militancia, el triunfo del domingo pasado”.
Desde “este lugar les digo que la UCR no tiene alfombra roja para nadie, no tiene puertas giratorias, no se puede entrar y salir a libre antojo y lo que sí tenemos son mamelucos de todos los talles para todo aquel que quiera trabajar”, arengó en medio de cánticos y aplausos.
Él resaltó la necesidad de fortalecer el pensamiento fundamental ¡que es el radicalismo! Mis queridos amigos, venimos a ratificar la política que ha llevado adelante el Comité Nacional y reitero que son bienvenidos todos los que quieran volver pero sepan que acá los mamelucos están listos para que trabajen”.
La sorpresa del cónclave la ofreció el jefe de la bancada de senadores de la UCR, Ernesto Sanz, hasta ahora el mejor posicionado para presidir el centenario partido a partir de diciembre próximo, según los participantes.
"Quiero proponerles darle la posibilidad a Gerardo Morales de que sea de nuevo presidente de la UCR... sería un apasionante desafío que tengamos la posibilidad de ratificar liderazgos", les pidió Sanz a sus correligionarios, eludiendo la delicada tarea de mediar entre la UCR y las huestes del vicepresidente Julio Cobos.
“Este movimiento tiene que dar la oportunidad de que Morales sea el nuevo presidente de la UCR; sé que hay obstáculos legales pero sería un enorme desafío”, dijo Sanz, quien redujo drásticamente sus chances de convertirse en el nuevo líder partidario, luego de que su figura apareciera como la del consenso entre la UCR 'ortodoxa' y Julio Cobos.
El acto contó con la presencia de referentes como Ricardo Gil Lavedra, Ricardo Alfonsín, Mario Negri, Arturo Vera, Ángel Rozas, Alfredo Martínez, integrantes de la Juventud Radical y otros dirigentes del interior del país.
“No vamos a permitir que la UCR sea la plataforma electoral de un candidato de ocasión", dijo Gil Lavedra, en obvia alusión a Cobos. “Cuidemos el Acuerdo Cívico y Social, no hagamos nada que pueda perjudicarlo", fue el pedido de Alfonsín.
Morales admitió esa posibilidad, pero la condicionó a que se logre un "consenso unánime", algo que parece difícil. Sabe que los cobistas, que ya habían aceptado que Sanz presidiera el partido, no apoyarán su reelección porque lo consideran un aliado estratégico de Elisa Carrió y casi un obstáculo para el proyecto presidencial del vicepresidente.
"Estamos en una etapa de recuperación en la que tiene que haber consensos, no quiero que se judicialice el tema", dijo Morales conciliador, ante la posibilidad de que los cobistas impugnen en la Justicia su reelección: la carta orgánica de la UCR sólo permite 1 reelección al frente del partido, y Morales iría por su 3er. período, si se computa que tuvo que terminar el mandato que dejó inconcluso Roberto Iglesias cuando renunció a su cargo.
Sin embargo, el chaqueño Angel Rozas, otro aliado incondicional de Morales, defendió la legalidad de la postulación del jujeño.
Por lo demás, el encuentro sirvió para discutir la estrategia del partido para 2011, ratificar su permanencia en el Acuerdo Cívico y Social (ACyS), que comparten con socialistas y la Coalición Cívica de Elisa Carrió y pedir que se postergue la discusión de candidaturas en ese espacio.
"Basta de guerra de vanidades", se quejó Morales, promotor de la nueva línea interna, surgida para frenar el avance del cobismo en la estructura partidaria y ponerle suspenso a la casi segura candidatura del vicepresidente.
Como contrapartida, los dirigentes que se reunieron ayer en Rosario le enviaron varios mensajes de paz a Cobos. Le propusieron una conducción compartida del partido y volvieron a abrirles las puertas de la UCR a "los que están volviendo".
Además de Sanz, Morales y Rozas, la nueva línea interna (ENAR) está encabezada por Ricardo Alfonsín, Mario Negri, Ricardo Gil Lavedra, Daniel Salvador y Juan Manuel Casella. Surgió como un intento de "democratizar el partido" y reforzar su perfil opositor al kirchnerismo.
Con un millar de dirigentes de todo el país, la reunión terminó temprano: los senadores radicales habían llegado sin dormir después de la maratónica sesión por la ley de radiodifusión.