Un nuevo ejemplo de conducción pluralista, cívica y federal dio la líder de la Colisión Cínica Libertadora, Elisa María Avelina Carrió, al ordenar la intervención del partido ARI en el Chaco porque los cuerpos orgánicos de la fuerza política que ella fundó en su provincial natal resolvieron no aceptar integrar la misma lista de la Alianza Frente de Todos con la Unión Cívica Radical del Chaco. Esa decisión soberana del ARI Chaco no cayó bien en la cada vez más bronceada, derechizada y porteñizada candidata a diputada nacional por la blanca y radiante ciudad autónoma de Buenos Aires.
Es que el abrazo de reconciliación de Carrió con el líder del radicalismo chaqueño, Angel Rozas, no cayó para nada bien en la dirigencia del ARI local, que forjó su identidad justamente como fuerza política antirrozista, y fue parte activa en los foros que se constituyeron para denunciar la conformación de una justicia adicta al radicalismo y las innumerables irregulares en las adjudicaciones de miles de hectáreas de tierras durante los doce años de gestión del radicalismo, hoy opositor a Capitanich.
Era demasiado grande el sapo que debían tragar los militantes y dirigentes políticos del ARI chaqueño por una decisión unilateral tomada desde un coqueto piso que la ex diputada posee en el barrio de Recoleta, a años luz de la realidad política que vive el Chaco.
El radicalismo había hecho todos los deberes para que el ARI acepte integrar sus listas para darle el “prestigio” que por sí mismas no tienen, pero sobre la hora del cierre la respuesta del ARI del Chaco fue un rotundo: NO.
La rebelión del partido que fundó, y en su propia provincia natal -aunque ahora atiende en Baires-, provocó la ira de Carrió que pidió la intervención partidaria por un año, y designó a un “lilito” chaqueño al frente, el diputado nacional Fernando Sánchez.
Un claro ejemplo de los dobles discursos de los que pregonan el pluralismo y la calidad institucional de la boca para afuera, pero son los más autoritarios hacia dentro. Y seguro que los medios nacionales van a minimizar la cuestión, no vaya a ser que le descubran una mancha a una de las preferidas de las corporaciones mediáticas.
¿Qué hubiesen dicho si el presidente del PJ, Néstor Kirchner, pedía la intervención del partido en las provincias que se le rebelaron como Santa Fe y Córdoba, por ejemplo?
0 Response to 'El ARI del Chaco se descarrió y Lilita intervino'
Publicar un comentario